…nous avons informé (les seuls?) le 13 as de l’an 141 de l’Ère ‘Pataphysique (15-11-2014 (apparent) l’occultation d’Alexandre Grothendieck. [Avec Didier et Bruno Kahn nous avons écrit, depuis quarante ans, les 371 premières pages du roman mathématique « Les suites spectrales » ].
Alexandre Grothendieck était un mathématicien français, né le 28 mars 1928 à Berlin qui s’est occulté à Saint-Lizier, près de Saint-Girons le 11 as de l’an 141 de l’Ère ‘Pataphysique (13-11-2014 (apparent). Il est resté longtemps apatride tout en vivant principalement en France ; il obtient la nationalité française en 1971. La médaille Fields lui a été décernée en 1966 sans qu’il cesse de vagabonder dans de silencieuses délices. Ou de silencieux divertissements. Des copies de son dernier ouvrage (un manuscrit non édité) sont parvenues à un petit nombre d’élus. Le mathématicien interdisait que son livre figure dans des fichiers ou catalogues. A contre-cœur il a accepté que son texte puisse être consulté uniquement par les lecteurs qui le réclamaient avec insistance.
Alexandre Grothendieck aurait toute sa place sur le dernier degré de l’échelle de l’intelligence: « le premier homme du monde » selon l’expression de Pascal. Ce que l’on qualifierait aujourd’hui de « plus intelligent du monde ». Attendrissantes brèches que nous autres humains ouvrons dans notre impuissance. Par des évidences sculptées dans de la cendre. Le philosophe français a élevé à ce tableau d’honneur un mathématicien du XVIIe siècle: Pierre de Fermat, un magistrat de Toulouse aussi négligent que distrait et aussi drôle qu’incrédule. Il a perdu la plupart de ses analyses et équations. Mais ce qui a été conservé est suffisant pour le considérer comme le précurseur du « calcul différentiel »
Le nom de GROTHENDIECK n’apparaissait pas dans de nombreuses encyclopédies aux tirages et images impressionnants. Ce fut un passager de la pénombre et du silence. Comme moi-même à 17 ans à Valencia(Espagne) aurait-il eu une apparition de la Vierge Marie? [voir ‘La tour prends garde » Grasset 1982 (ou « La torre herida por el rayo » 1982 prix Nadal et International de Roman Vladimir Nabokov)] .
Pierre de Fermat, né à Beaumont-de-Lomagne (Tarn-et-Garonne) dans la première décennie du XVIIe siècle s’est occulté le 12-I-1665 à Castres (Tarn); il avait été magistrat, poète et mathématicien: surnommé « le prince des amateurs ». Fermat, jouissant de vagues sur sa poitrine nue, a étudié l’œuvre de Diophante d’Alexandrie. En marge d’une des pages du traité de ce mathématicien « Nombres angulaires », il a noté : « J’ai découvert une démonstration vraiment remarquable, mais cette marge est trop petite pour la contenir ». Ainsi est née l’énigme (…ou paradigme ) connue sous le nom de « théorème de Fermat ». De Diophante nous savons peu de choses sauf qu’il fut aussi considéré comme « le premier homme de son temps »… au IVe siècle.
Alfred Bernhard Nobel né le 21-X-1833 à Stockholm est mort le 10-XII-1896 à Sanremo(Italie). Dépositaire de plus de 350 brevets scientifiques, dont celui de la dynamite. Dans son testament, il légua son immense fortune pour la création du prix Nobel. Il était fasciné par les mathématiques et spécialement par Diophante et Fermat. Mais à l’heure de décerner un prix aux meilleurs de chaque discipline il a précisément écarté ce qu’il admirait le plus: les mathématiciens. La légende conte que sa femme aurait péché avec l’un d’eux.
Le forfait nobélien a été réparé par John Charles Fields né à Hamilton (Ontario) le 4-V- 1863 qui s’est occulté le 9-VIII-1932 à Toronto; fondateur de la médaille Fields remise d’abord en 1936, celle-ci a été décernée tous les quatre ans depuis 1950 à deux, trois ou quatre mathématiciens âgés de moins de quarante ans.
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En anglais:
Grothendieck by Benjamin Ivry ( the Jewish Daily Forward). Le poète américain Benjamin Ivry est commandeur exquis de l’Ordre de G.G. pataphysique)
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En espagnol:
Le 1° de ‘Gidouille’ del año 124 de la Era ‘Patafísica (15 de junio de 1997 apparent) un centenar de irrecuperables (y entre ellos Jean-Pierre Serre “medalla Fields”, Bruno Kahn, Didier Kahn, Evelyne Darmois, el doctor Antonio López Campillo…) nos reunimos en el anfiteatro Hermite del Instituto Henri Poincaré de París. Los matemáticos Eric Friedlander y Bruno Kahn anunciaban el nacimiento de la “teoría de motivos”. Destinada, probablemente, según algunos hombres de ciencia, a ser en su dia tan célebre como la de la relatividad.
En los centros de investigación los optimistas anuncian la nueva buena: la “teoría de motivos” es el último avatar de la ciencia. La postrera etapa de la carrera en la que imaginan que participa la investigación fundamental. ¿ Pero qué enseñanzas nos proporciona esta teoría sobre el tiempo y el espacio ?
Se ha podido argumentar que hubo una relación entre la teoría matemática “de conjuntos” y la construcción de fusiones politico-geográficos como Alemania, Italia, la URSS, Checoeslovaquia o la Unión de Eslavos del Sur (Yugoeslavia).
También se ha formulado la hipótesis de que estos últimos años las matemáticas “fractales” y sus fracciones anuncian, explican (¿ y provocan ?) muchos de los fenómenos actuales y entre otros el fraccionamiento de ciertos estados de Europa Oriental.
De los “conjuntos” y las masas se pasó a la “fracción” y al individuo. ¿ Alcanzaremos mañana, al fin, el universo de los “motivos” con la nueva teoría matemática? El motivo es la razón de actuar y sentir. Es el móvil de orden intelectual. Es la causa de la ejecución del acto (y no su término o potencia). Es la causalidad eficiente ¡ y floreciente !
Al referirse a la “teoría de motivos” surge la figura de un matemático ruso de 31 años: Vladimir Voevodsky. No es un Príncipe de Transislavia, ni el Conde Drácula — el “voivode” — como su nombre indica. Aparece como el contemporáneo, que con Grothendieck, mejor encajaría en el último peldaño del escalafón de la inteligencia: “el primer hombre del mundo” … según la expresión de Pascal. Lo que hoy a la sombra de wiki (¡ y sus afines !) se llamaría “el más inteligente del mundo”. Eternas y enternecedoras brechas que abrimos los hombres en nuestra impotencia, desconsolados por evidencias esculpidas en ceniza.
Fermat, disfrutando con olas sobre su pecho desnudo, estudió la obra de Diofanto . En el borde de una de las páginas del tratado de este matemático, “Números angulares”, anotó : “He descubierto una demostración verdaderamente notable, pero este margen es demasiado pequeño para contenerla”. Así nació el enigma (con ramos de paradigma) conocido por el “teorema de Fermat” . De Diofanto poco sabemos, excepto que también se le consideró como el “primer hombre de su tiempo” … en el siglo IV. Cordilleras que ocultan quijotes.
En los años 40, para transplantar al ruedo patrio al “superhombre” nietzschiano (el monosabio del Eje), el antiguo régimen organizó un concurso de “superdotados”. Rueda Fortuna que es tan ciega como la Justicia me pinchó el pecho con el medallón de chocolate y papel de plata. ¿Fue una forma de denigrarme? Dado el carácter y nivel de los diversos tests estoy convencido de que los seres que más me han sorprendido y prendido por su movilidad, inteligencia y originalidad (desde Beckett o Topor, hasta Guy Debord o Cioran) hubieran sido incapaces de pasar la inicial movida, la primera eliminatoria. Deriva el participio “motus” de “movere”, remover, que a su vez dio el adjetivo “motivus” que significa: relativo al movimiento o que lo provoca.
A Nobel le fascinaban las matemáticas míticas y especialmente los ínclitos Diofanto y Fermat. Pero a la hora de premiar a los mejores de cada disciplina excluyó precisamente a los que más admiraba: a los matemáticos. Cuenta la leyenda que su mujer había pecado con uno de ellos.
El entuerto nobeliario lo subsanó Charles Fields — doctor canadiense en Ciencias Exactas — el año de mi nacimiento, creando la “Medalla Fields” … pero ¡tan sólo cada cuatro años! Como vivió en época dada a creer y ensalzar mocedades, pioneros y frentes de juventudes, decidió que su galardonado debería tener menos de 40 años. Grothendieck gano la medalla en 1968, sin dejar de vagabundear en holguras sigilosas.
Hace un par de años el matemático inglés Andrew Wiles , a punto de cumplir los fatídicos cuarenta años, creyó dar con la solución del “teorema de Fermat”. El tribunal de la “Medalla Fields” estaba dispuesto a premiar su hazaña, cuando unos colegas suyos hallaron en su tesis “agujeros” que invalidaban su demostración. Cuando puso parche al pinchazo era demasiado tarde. El motivo también es el tema o concepto de una pintura… o de una solución.
Nadie sabe dónde está hoy el “genial” Grothendieck que tanto inspiró a Wiles. Copias de su último libro (manuscrito pero no editado) llegaron a un reducido número de bibliotecas. El matemático prohibe que la referencia del libro figure en ficheros y catálogos. A regañadientes acepta que su obra pueda ser consultada únicamente por los lectores que lo reclaman con insistencia. También para él “motivo” deriva de “motivus” (“mobile”): lo que pone en movimiento.
Cuando alguien pregunta a un matemático de hoy si existe una relación entre esta “teoría de motivos” y las matemáticas “fractales” o la teoría de “conjuntos” pierde paciencia. No soporta que se trate con criterios de moda a la ciencia. Aunque el motivo puede ser incluso el adorno arquitectónico que sirve de tema decorativo.
El nombres de Grothendieck no figura ni en diccionarios ni en enciclopedias de tomos y lomos (¡ y cromos !). Es un pasajero de la penumbra y el silencio.