
Marcel Duchamp, était né à Blainville-Crevon le 28 juillet 1887 (apparent) et s’est occulté à Neuilly-sur-Seine, le 25 Absolu de l’an 51 de l’ère ‘pataphysique (2 octobre 1968, apparent) ; satrape du Collège de Pataphysique, membre de l’Oulipo, maître d’échecs, surréaliste… depuis les années 60 il a été considéré par des nombreux critiques et historiens de l’art l’artiste le plus important de son époque et pour André Breton: « l’homme le plus intelligent du siècle ». Il a consacré aux échecs la plus grande parti de son temps: en 1932, il publie, Les cases conjuguées sont réconciliées. « ÉTANT DONNÉS » installation élaborée en secret entre 1946 et 1966 à New York et Cadaqués n’a été révélée au public qu’après sa mort.
Eve Babitz, écrivaine, est née en 1943 à Hollywood, son père, Sol, fut un violoniste classique, et le compositeur Igor Stravinsky son parrain. Jim Morrison au Mexique m’avait parlé avec enthousiasme de cette « espléndida mujer ».
Photo de Julian Waser: « Eve Babitz joue aux échecs contre Marcel Duchamp, 1964.
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Photo de Jean-Louis Hess: « Hommage à Eve Babitz et Marcel Duchamp ». [Mathilde Reumaux et F.Arrabal au café Broglie de Strasbourg, 2016]

1968: « Querido Baltazar: acabo de llegar a Méjico. ¡Qué locura! El millonario catalán Barrul nos había invitado, a Jim Morrisson y a mí, a una manifestación « provocadora » (odio la provocación) en el Palacio de los Deportes. « ¡A la Bastilla! ». Debía dirigirme a los jóvenes bárbaros de hoy (los contestatarios mejicanos) en un discurso incendiario y J.M. debía caldear a la muchedumbre con sus « himnos » y sus gestos… « preferiblemente obscenos ». A las 6 salimos del hotel… El Palacio estaba asediado por tanques… A las 8, cuando los jóvenes empezaron a llegar… ¡la carnicería! Nos escapamos… llorábamos… querían masacrar a Barrul con el cañón de abordaje. Evidentemente, había desaparecido. Habíamos sido anzuelos de oro en las riberas de Babilonia. La cólera nos daba ingenio y la bebida valor, pero nos sentíamos impotentes… y culpables. Con los bolsillos agujereados, nos habíamos bifurcado (a las cinco de la madrugada… a bordo de un simpático delirium tremens) hacia el surrealismo y las cucarachas. Por la mañana (a las 11 y media: al salir del bar) nos comimos dos macetas de geranios: las flores sazonadas con un poco de barro.
¡Viva Méjico!, Tu Zapata: F. Arrabal »