Fernando Arrabal ¿locura o genio?
(“Arrabal; el genio y la locura”: film documental -1h 11′- de Javier Esteban)
por Alicia Rinmagro
En mi humilde opinión, genio absoluto, a años luz del resto de la humanidad. Y film documental de Javier Esteban genial. Lástima que algunos solo reconozcan en él al tipo del milenarismo. Este portento melillense, es el autor español más representado en el mundo.
-Dicen que en París baila todas las noches.
-Obviamente: bailo de coronilla, como el rey y su señora.
-¿Le inquieta su longevidad?
-La ancianidad está repleta de recovecos y sorpresas, pero nunca de puta en blanco.
-¿Y el desgaste de la ilusión?
-No la conocí. Ni de niño me bañé en agua de sosas.
-Sus veranos, ¿se parecen en algún instante al del español medio: colchoneta, playa y chiringuito?
-Las vacas locas, ni locas salen de vacaciones.
-Nació superdotado y creció alumbrando una prolífica, abrumadora y premiada obra. ¿No será un esclavo de su inteligencia?
-Muchos son los pecados pero ¡cuán pocos los cometidos!
-Su cerebro, ¿muestra algún indicio de cansancio?
-El manco de Lepanto luchó a brazo partido… ¿hasta que le dieron a Avellaneda el Cervantes?
-¿Y su alma?
-Anda por las nubes, con los cosmonautas.
-En España, se rumia para subir los impuestos mientras que Messi y Ronaldo entretienen desde la televisión…
-Poco sé ¿Se van a casar en un puticlub?
– ¿Le hará el prólogo al próximo presidente?
-¿Es más fácil pasar por el cojo de la bruja que calzarse con el santo y la limosna?
-¿Cuál es su más valiosa aportación al mundo?
-¡Ninguna, puesto que mis escritos, amadrigados dentro de mí, dictan mis escritos!
-¿Y viceversa?
-Cuando dejé de creer en los Reyes Magos, a los tres años, me di cuenta de que ellos nunca habían creído en mí.
-Entre nosotros. ¿Cuánto goza con su condición de ser incomprensible para la mayoría aplastante de la Humanidad?
-«Los censores y los inquisidores sí que me comprenden ruidosamente y clamorosamente», dijo la sorna al susto.
-Perdone la redundancia. ¿Qué es surrealismo hoy?
-Si la política no fuera tan empalagosa, no habría ni poetas malditos ni soldados desconocidos.
-¿Tal vez se sentía más Arrabal ayer?
-Como escribo en doble sentido, sería un triunfo que se me comprendiera a medias.
-Si Dios le hubiera dado menos neuronas y más hermosura, ¿qué?
-De puro especial que soy, ni consigo parecerme a mí mismo.
-Hablan de su formidable solidez espiritual. ¿Qué dieta sigue?
-La mujer pánica tiene alas; quien la besa planea.
-¿Acompaña a Obama y su gestión con el rabillo del ojo?
-Este tipo de funcionario pilluelo ni se pregunta: ‘¿Qué quiso decir Dios al poner a su hijo un nombre de estornudo?’.
-Le confío que no sé jugar al ajedrez (una de sus pasiones) y era un zote en matemáticas (otra). ¿He de compadecerme de mí misma?
-Gracias a las matemáticas infinitesimales, la eternidad ¿es cada vez más larga?
-¿La vida le reta aún con dilemas?
-Sólo los erizos de mar vuelan cuando llueve apocalipsis.
-Tiene dos hijos, Lélia y Samuel. ¿Entienden al intelectual o sólo al padre?
-Intento entenderles en los pasos cebra.
-La penúltima. ¿Se permitió alguna vez cinco minutos de superficialidad, para coger aire?
-Hasta los más limpios confiesan: dentro de mil baños, todos alba.
-El milenarismo, o sea, Cristo, ¿está al caer?
-Es asombroso. Ni el apagón impresiona al ciego, ni la necedad al cretino, ni el plumón al pato, ni la eternidad al instante.