Un año después de la desaparición forzada de los actores urbanos Omar Vázquez Treviño, Javier Jefte Morales Olivo y Luis Fernando Landeros Aguilar, el grupo escénico internacional Teatro para el Fin del Mundo (TPFM) represento la pieza Fando y Lis, del dramaturgo Fernando Arrabal, para exigir que se presente con vida a los artistas y en repudio a los intentos de amordazar a la libertad de expresión en México.

La pieza de teatro, fue representada de 2011 a 2013 en parques, plazas públicas, avenidas y calles de Ciudad Victoria por Omar, Javier Jefte y Luis Fernando, quienes son artistas escénicos, titiriteros, músicos y acróbatas.

Los jóvenes, de 22, 26 y 28 años, respectivamente, usaban la danza, los malabares, el fuego y la pintura corporal como manifestaciones en favor de la paz.

Para difundir su mensaje y trabajar con grupos similares del centro del estado se trasladaron a Ciudad Victoria, pero el martes 30 de julio de 2013, en su última representación, en el cruce de las calles 16 y Barrazábal, un comando los secuestró y no se ha vuelto a saber de ellos.

En su memoria, y con la exigencia de liberarlos, TPFM presentaron este miércoles a las 20 horas en la plaza de armas de Tampico, y simultáneamente en siete países (España, Costa Rica, Argentina, Colombia, Chile, Uruguay y Cuba)  Fando y Lis.

Ángel Hernández Arreola, fundador de la compañía teatral, afirmó que la obra se presentó para que la comunidad pueda conocerlos (a los desaparecidos). La parte significativa del evento consiste en exigir el regreso de nuestros compañeros. Fue también un homenaje a su actividad y un acto enfocado a la memoria de todos los desaparecidos en el país.

Vilma Paulette Asencio García, actriz de 32 años de edad, desapareció tres días después que Omar, Javier y Luis, y le siguió en Ciudad Victoria el joven Aurio Cuaracuario, conocido como el payaso Ave Fénix.

De alguna manera todos compartimos la gran interrogante de qué hacer para reconstruir nuestra ciudad y nuestro país frente a las crisis provocadas por la violencia, la injusticia y el desarraigo en México y otros países. Lo que se vive en Tampico, particularmente la violencia y la inseguridad, es similar a lo que ocurre en otras naciones, y nos ha hermanado para hacer una red de cooperación y de continuo intercambio de ideas y estrategias para la resistencia, agregó.

Cuatro días antes de su desaparición, el 26 de julio de 2013, Luis Fernando Landeros publicó en Facebook: Estamos exponiendo el cuello por un pueblo que no tiene ganas de abrir los ojos. ¿Valdrá la pena perder mi vida, las de mis familiares y amigos?