Polémico, genial y transgresor, Fernando Arrabal cumple 80 años
EL PAIS (Costa Rica) ANIVERSARIO Por Sara Barderas (dpa)
Madrid, 11 agosto (dpa) – Polémico, genial, prolífico, polifacético y transgresor. El escritor y cineasta español Fernando Arrabal cumple el sábado 80 años. Llega a esa edad con una obra extensa a sus espaldas que abarca desde el teatro al cine, pasando por la novela, el ensayo y la poesía, y sin haber logrado en su país, pese a ello, el reconocimiento que sí ha recibido fuera.
« Yo iré a vivir a España cuando pueda formar parte de la comunidad de escritores españoles », dijo hace tiempo. Octogenario ya, sigue residiendo en Francia, donde se “desterró“ durante la dictadura franquista y donde lo venera la elite intelectual.
Allí ha recibido, entre otros, el Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa (1993). Otros galardones internacionales con los que cuenta son el Nabokov Internacional de novela y el Pasolini de Cine, premios todos que, junto al resto, él siempre polémico, se ha enorgullecido alguna vez de tener en el váter. « Es en el lugar donde más se pueden ver y donde se pueden leer con más atención ».
Durante sus primeros años en Francia se le adscribió al surrealismo. Testigo de excepción de la evolución artística del siglo XX, se codeaba con los grandes de las vanguardias desde Andy Wharol a Louise Bourgeois. Al inicio de la década de los 60 creó el movimiento Pánico junto al francés Roland Topor y el chileno Alejandro Jodorowsky. Su película « ¡Viva la muerte! » (1971) es una de las insignias de esta corriente.
Actualmente, este cultivador del Teatro del Absurdo es el dramaturgo vivo más representado en el mundo.
Apasionado del ajedrez, sobre el que ha escrito mucho, el desconocimiento de su obra en España se ha atribuido en ocasiones a que fue prohibida durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), bajo la que sufrió la cárcel y el exilio que acabó en destierro voluntario.
Él mismo ha reconocido alguna vez que en España son muchos los que, al escuchar su nombre, no piensan en su obra, sino en un episodio que protagonizó a finales de los 80.
« Si yo soy conocido es porque bebí una vez en televisión », decía en una entrevista. Se refería a cuando apareció, disertando sobre el milenarismo, en una tertulia que conducía su amigo el también escritor Fernando Sánchez Dragó en la televisión pública.
No obstante, en España ha sido distinguido con premios importantes como el Espasa de Ensayo (1994), el Nacional de Teatro (2001), el Nacional de Literatura Dramática (2003) y el Max de Honor de teatro (2007), que recogió ataviado como un rey mago.
Tiene también el Nadal, ganado por « La torre herida por el rayo » (1982), una novela que se la dictó la Virgen María parada en una nube, según dijo este agnóstico de declaraciones chocantes que marcan su tónica discursiva.
La Guerra Civil española (1936-1939) marcó su niñez. Nacido en Melilla, enclave español que linda con Marruecos, vivió el conflicto a través de la ruptura de su familia.
Su padre, oficial fiel a la República, fue encarcelado en 1936 y condenado a muerte. La pena le fue conmutada por treinta años de prisión. Logró escapar y nunca se volvió a saber de él. Con su madre, falangista fiel a Franco, la relación fue difícil. Arrabal la acusaba de haberle ocultado lo sucedido con su padre, un conflicto materno-filial que reflejó en « Carta de amor » (1998).
En gran parte de su obra, se identifica con el papel del padre, la víctima, mientras que la madre representa el de traidora o verdugo, como en la novela « Baal Babilonia » (1959). Varias son además sus obras de teatro que abordan la guerra y la muerte, entre ellas « El árbol de Guernica » (1961).
En 1967, durante la dictadura, este artista anarquista estuvo encarcelado por blasfemar contra la patria. La dedicatoria que escribió a un lector (« Me cago en Dios, en la Patria y todo lo demás ») fue el delito. Poco después de salir de prisión escribió « El jardín de las delicias », una obra de teatro que no se estrenó en España hasta el año pasado. « ¿Cómo pueden hacer mis obras de hace 50 años como si fueran textos de vanguardia? », se sorprendía entonces.
Al dictador se enfrentó directamente con su « Carta al General Franco », en 1971. « Creo que usted sufre infinitamente; sólo un ser que tanto sufre puede imponer tanto dolor en torno suyo », decía en la misiva, que le costó el exilio definitivo.
Al llegar la democracia fue incluido en una lista de personas peligrosas a las que se vetó volver al país, junto al secretario general del entonces aún proscrito Partido Comunista, Santiago Carrillo, la histórica dirigente del mismo Dolores Ibárruri, « La Pasionaria », y los también comunistas Enrique Líster y Valentín González, « El Campesino ».
Luego pudo volver, pero ya no lo hizo nada más que de visita, porque
asumió hace mucho tiempo que su patria, como él dice,
es « Destierrolandia ».
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collage Jordi Soler
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Le génial dramaturge Fernando Arrabal fête ses 80 ans. Extrait de son interview à paraître dimanche.
Quel a été votre premier contact avec le jeu d’échecs ?
Tard, malheureusement tard, c’est pour ça que ce n’est pas ma langue, c’est pour ça que je peux faire des fautes. J’ai commencé à jouer aux échecs à 21 ans, au sanatorium de Bouffémon, dans la banlieue parisienne. C’est un autre malade qui m’a appris à jouer. J’ai adoré tout de suite.
Qu’est ce qui vous fascine dans le jeu d’échecs ?
Ma devise a très souvent été je joue à être Dieu, et quelque fois je réussis. Mais je crois que c’est plus précis, une devise latine credo quira confusum, c’est à dire je crois parce que c’est confus. Le jeu d’échecs est la preuve de la confusion. Pourquoi y a t-il un Championnat du Monde d’échecs ? Car la confusion existe : s’il n’y avait pas de confusion, le Champion du Monde d’Echecs serait Magnus Carlsen chez les hommes. Mais le Champion du Monde est Vishwanatan Anand, 5e joueur mondial, qui a affronté Boris Gelfand 12e joueur mondial.
Si ce n’est pas confus, ce n’est pas humain.
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ABC Madrid
UN ESPAÑOL UNIVERSAL
LUIS ALBERTO DE CUENCA
Para ser español no hace falta tomar partido hasta mancharse y defender a tope la causa de una de esas dos Españas que acaban —una y otra— convirtiéndote el alma en un carámbano. Ni es preciso llevar trabuco, faca o zahones camperos, ni ir por ahí manchándose la taleguilla con la sangre del astado totémico por excelencia. España es una tragicomedia próxima al esperpento de Valle o al astracán de Muñoz Seca, y quien mejor la ha representado como escritor y como personaje en los últimos cincuenta años es, sin la menor duda, el melillense Fernando Arrabal Terán, que hoy cumple sus primeros ochenta años. Sé por nuestro común amigo Pollux Hernúñez que celebrará su aniversario en París, rodeado de sus íntimos, en el curso de una fiesta pánica que dará comienzo a las seis de la tarde. Siento no estar allí, con él y con Luce Moreau —su queridísima Dulcinea, que tanto significa para él y para todos los que hemos tenido el honor de conocerla y de tratarla desde antiguo—, para abrazarlos a ambos y adherirme de forma presencial a una efeméride tan señalada. Pero a través de ABC, el periódico que albergó a partir de los años sesenta del siglo pasado tantas muestras de su acerado ingenio, y que le entregó el máximo de sus dones, el premio Mariano de Cavia, en una velada inolvidable, estoy seguro de que mis palabras de felicitación, unidas a las de aquella que él conoce como Alicia-Maravilla, llegarán a sus oídos con igual o mayor precisión que si se hubieran pronunciado a su vera y en medio de su fiesta.
Me fui de la Secretaría de Estado de Cultura en 2004 con la profunda pena de no haber asistido durante mi mandato a la proclamación de Arrabal como premio Cervantes, un reconocimiento que me parece a todas luces imprescindible y cuya postergación sine die se me hace difícil, cuando no imposible, de digerir a estas alturas del siglo XXI. Espero que pronto se subsane tan intolerable deficiencia, porque Arrabal es el escritor vivo más importante con que cuenta hoy en día la literatura española escrita en lengua castellana, el de mayor proyección internacional, el más innovador, el más genial y, por si fueran pocos sus méritos como escritor, a ellos se añaden los que ostenta como ser humano, pues es uno de los tipos más cálidos, cariñosos, agudos, tiernos, desopilantes y entrañables que he conocido a lo largo de mi existencia. Mi bautismo arrabalesco lo recibí en 1966, a los quince años, en las páginas de un libro maravilloso, titulado Arrabal celebrando la ceremonia de la confusión (Madrid-Barcelona, Ediciones Alfaguara, colección Alfaguara Literaria, número 9). Nada fue lo mismo en mi vida de lector (y de escritor en ciernes) a partir de aquel libro iniciático, que para mí supuso algo parecido a lo que debió suponer la aparición, en 1929, de Magick in Theory and Practice de Aleister Crowley para los adeptos a la filosofía de la Gran Bestia 666. Hoy Fernando Arrabal cumple ochenta años. ¡Muchas felicidades, querido maestro! Sabes que te queremos y que te/os deseamos lo mejor.
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EL CULTURAL
Fernando Arrabal cumple hoy 80 años de genialidad
¡Larga vida a Arrabal!
El dramaturgo, poeta y novelista cumple 80 años | Amigos, admiradores y correligionarios de toda clase y condición le felicitan
Alberto OJEDA / Laura MARTÍN | Publicado el 10/08/2012
A Fernando Arrabal, en España, no saben por dónde cogerle. Muchos lo toman por un genio… La trayectoria artística de Arrabal es un fogonazo de heterodoxia, en la que destacan la fundación del grupo Pánico junto a Alejandro Jodorowsky y Roland Topor, la difusión de la patafísica, doctrina moral y estética donde lo anormal es la regla, y un largo ramillete de títulos de obras teatro, sobre todo, pero también de novelas (ganó el premio Nadal en el 82), libros de poesía y ensayo. Incluso ha dirigido SIETE largometrajes. A pesar de estar ‘desterrado’ en París desde 1955, ciudad donde se codeaba con Samuel Beckett, André Breton e Ionescu, ha agitado el panorama cultural español como pocos autores lo han hecho. Este sábado cumple 80 años. Inmejorable motivo para celebrarle y ceder la palabra a sus amigos, admiradores y correligionarios (de toda clase y condición: poetas, toreros, directores…) para que le feliciten como es debido.
Fernando Sánchez Dragó
« Hay un verso de Borges que dice: huyendo hacia el sur por arrabales últimos. No lo escribió pensando en mi tocayo y amigo, pero viene al pelo, porque Arrabal, de puro singular, exige el plural: hay muchos Arrabales… Sigamos con Borges: el nuevo octogenario es un jardín surrealista de senderos que se bifurcan. Aún están a tiempo los mandarines de darle el Cervantes,el Príncipe de Asturias y el Nobel. No lo harán, bien lo sé. ¡Feliz no cumpleaños, amigo! »
Escritor. En la antología de la televisión pública española figura el programa presentado por él en el que Arrabal se obstinaba en hablar del milenarismo.
Albert Boadella
« A pesar de sus 80 años a mí me seguirá pareciendo el niño perpetuo, cuyas tragedias o comedias son un juego entre él y el resto del mundo que es él mismo. »
Director de la compañía Joglars y del los Teatros del Canal de Madrid. Comparte con Arrabal un irreprimible sentido de la irreverencia y un rechazo a la seriedad impostada.
Francisco Nieva
« Querido Fernando: Te felicito al pasar el Rubicón de los ochenta. Serás feliz. Te vas a sentir abuelo de ti mismo. Yo quisiera visitarte largo y tendido. Hablar del París de nuestra juventud, del respiro universal que supuso Francia para nosotros dos. Del « postismo », del « arte pánico », de Ionesco, que tú conociste mejor, y de ajedrez, aunque yo sea un ignorante total. Pero escucharte… »
Dramaturgo, director teatral y miembro de la RAE. Ambos militaron en la filas del postismo.
Javier Villán
« CONGRATULATIONS, pues, en las procelas de su azarosa vida, sigue teniendo como faros a Cervantes, Calderón, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Esto es más importante que haberse enfrentado a los designios liberticidas de Franco.
FELICIDADES por su teatro universal, que sobrevive a los aviesos recelos de la derecha, que usted defiende, y a la ojeriza de la izquierda, que usted detesta. Sólo falta que en España lo representen bien, cosa que hizo Pérez de la Fuente con Carta de amor y la inmortal María Jesús Valdés (requiescat).
UN OLÉ PLANETARIO y ovación y vuelta al ruedo por su defensa de las corridas de toros. Es de los pocos que, con un cargamento de sueños mítico-apologéticos en torno a la corrida, su opinión es respetable; su inocencia, más que sus conocimientos, lo salva. En cualquier caso, tiene el buen gusto iluminativo de ser seguidor de Morante de la Puebla. »
Crítico teatral y taurino del diario El Mundo y de El Cultural.
Francisco Javier Irazoki
« Casi todas las frases de Fernando Arrabal son disparos al aburrimiento, y esa fiesta no se olvida. Gracias a su humor, saltan en añicos la resignación política, el tedio literario, el dogma y sus telarañas. Ya de jóvenes queríamos « descuadradores de la mente », y con la lectura de Arrabal recibimos lecciones de irreverencia contra la pereza ideológica. »
Poeta y alumno en rebeldía de Arrabal.
Diego Bardón
« Fernando Arrabal es un filósofo cóncavo-convexo que hace camino andando de espaldas en diagonal y que tiene cojones de torero. »
Periodista, marathon- man, torero pánico. El primer domingo de noviembre recibirá la máxima orden del Colegio de Patafísica durante la marathon de Nueva York.
Morante de la Puebla
« Hoy le deseo a Arrabal mi más artística felicitación de cumpleaños. Es para mí una gran satisfacción tenerlo de amigo, pues sé que no es un hombre cualquiera. Es más: es el hombre más distinto de cualquier otro que conozca. Su inteligencia artística hace que se ría continuamente de todo y de todos y es por eso por lo que lo admiro tanto, por ser auténtico y por ser sencillamente Arrabal. Feliz navidad, amigo. »
Matador de toros y gran amigo de Arrabal, unidos por la heterodoxia y el ascetismo artístico.
Juan Carlos Pérez de la Fuente
« Te prometí que montaría dos textos tuyos con mi productora: Mi admirada violadora y El arquitecto y el emperador de Asiria. Este último se lo he ofrecido ya al Teatro Español pero como respuesta sólo he recibido silencio. Así está el teatro público en España, sólo abierto a propuestas comerciales. Luego, cuando nos faltes, vendrán los directores de teatro y de teatros, los políticos, los gestores, con sus palabras rimbombantes y el bla, bla, bla de siempre. Dirán que fuiste nuestro autor más reconocido internacionalmente y todo eso. Pero ahora lo único que te dan es el silencio. Tardaré en montarla pero lo haré. Te lo prometo. »
Director teatral. Ha dirigido en los últimos años las obras de Arrabal ‘Carta de amor’ y ‘Cementerio de automóviles’
El polémico escritor nacido en Melilla no ha perdido la lucidez que le caracteriza.
Carmen Sigüenza | MADRID 11/08/2012
El escritor Fernando Arrabal, en la presentación de ‘El jardín de las delicias’. nacho gallego
El polifacético escritor Fernando Arrabal, polémico, transgresor, símbolo de la vanguardia y eterno provocador, cumple hoy 80 años en forma, un artista octogenario que no ha perdido lucidez.
Con la mayor y más importante parte de la historia cultural, política y social del siglo XX vivida, y con lo que va del siglo XXI, Fernando Arrabal, novelista, dramaturgo, poeta, pintor, realizador de cine y maestro en el arte de vivir, sigue siendo uno de los grandes símbolos de la iconoclasia.
Prueba de esa iconoclasia son sus últimas apariciones surrealistas en el programa de TV El Intermedio, de Wyoming, con la presentadora china Usun Yoon, con la que establece una de las entrevistas más delirantes en pantalla; primero en Madrid, luego en Salamanca y Ciudad Rodrigo, y después en París, donde reside el autor desde 1955.
Nacido el 11 de agosto en 1932 en Melilla, pasó su infancia en Ciudad Rodrigo (Salamanca), donde se trasladó con su madre tras el arresto de su padre por no querer sumarse al alzamiento nacional, en 1936, y mantenerse fiel a la República.
Un hecho que marcaría la vida del autor de La torre herida por el rayo, ya que al padre, que le conmutaron la pena de muerte por la de cadena perpetua, se fugó del hospital, donde estaba por una supuesta enfermedad mental, sin que se volviera a saber nada más de él. Así, en Ciudad Rodrigo, de donde es hijo adoptivo, Arrabal aprendió a leer, escribir y amar, según él mismo ha contado en numerosas ocasiones, gracias a la madre Teresa, su tutora en el colegio de las Teresianas. Acabada la guerra, se trasladó a Madrid con su madre y sus hermanos. Y es en Madrid donde ya gana un concurso para niños superdotados, y donde realiza sus estudios universitarios hasta que se marcha a Francia. En París, conoce a André Bretón, a Alfred Jarry, a Samuel Beckett y a todos los creadores más importantes del siglo XX. Su Carta al general Franco le llevó a ser nombrado uno de los españoles más peligrosos para el régimen. Arrabal ha formado parte de tres de los movimientos de vanguardia del siglo XX: «Fui surrealista durante tres años y, aunque Bretón me gustaba y mi idea de la visión de la Virgen les interesaba mucho, pasé. Después me metí en la Academia de la Patafísica», que fundó Alfred Jarry en 1911, recordaba en una entrevista. «En él estaban Duchamp, Boris Vian, Ernst, Ionesco y Tzara, y luego nos nombraron a nosotros, a mí, a Umberto Eco, a Braudillard, y a Dario Fo…
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Fernando Arrabal cumple mañana 80 años
10 de agosto de 2012
TERRA ESPAÑA
El polifacético escritor Fernando Arrabal, polémico, transgresor, símbolo de la vanguardia y eterno provocador, cumple mañana 80 años en forma, un artista octogenario que no ha perdido lucidez.
Con la mayor y más importante parte de la historia cultural, política y social del siglo XX vivida, y con lo que va del siglo XXI, Fernando Arrabal, novelista, dramaturgo, poeta, pintor, realizador de cine y maestro en el arte de vivir, sigue siendo uno de los grandes símbolos de la iconoclasia.
Prueba de esa iconoclasia son sus últimas apariciones surrealistas en el programa de TV « El Intermedio », de Wyoming, con la presentadora china Usun Yoon, con la que establece una de las entrevistas más delirantes en pantalla; primero en Madrid, luego en Salamanca y Ciudad Rodrigo, y después en París, donde reside el autor desde 1955.
Nacido el 11 de agosto en 1932 en Melilla, pasó su infancia en Ciudad Rodrigo (Salamanca), donde se trasladó con su madre tras el arresto de su padre por no querer sumarse al alzamiento nacional, en 1936, y mantenerse fiel a la República.
Un hecho que marcaría la vida del autor de « La torre herida por el rayo », ya que al padre, que le conmutaron la pena de muerte por la de cadena perpetua, se fugó del hospital, donde estaba por una supuesta enfermedad mental, sin que se volviera a saber nada más de él.
Así, en Ciudad Rodrigo, de donde es hijo adoptivo, Arrabal aprendió a leer, escribir y amar, según él mismo ha contado en numerosas ocasiones, gracias a la madre Teresa, su tutora en el colegio de las Teresianas.
Acabada la guerra, se trasladó a Madrid con su madre y sus hermanos. Y es en Madrid donde ya gana un concurso para niños superdotados, y donde realiza sus estudios universitarios hasta que se marcha a Francia.
En París, conoce a André Bretón, a Alfred Jarry, a Samuel Beckett y a todos los creadores más importantes del siglo XX. Su « Carta al general Franco » le llevó a ser nombrado uno de los españoles más peligrosos para el régimen.
Arrabal ha formado parte de tres de los movimientos de vanguardia del siglo XX: « Fui surrealista durante tres años y, aunque Bretón me gustaba y mi idea de la visión de la Virgen les interesaba mucho, pasé. Después me metí en la Academia de la Patafísica », que fundó Alfred Jarry en 1911, recordaba en una entrevista con Efe.
« En él estaban Duchamp, Boris Vian, Ernst, Ionesco y Tzara, y luego nos nombraron a nosotros, a mí, a Umberto Eco, a Braudillard, a Dario Fo y a Camilo José Cela », recalcaba el autor de « El cementerio de automóviles ».
Unas afirmaciones en las que el autor aclaró que la filosofía de los patafísicos venía de los griegos, « de la ambigüedad, de Cervantes, de la mecánica cuántica y del principio de indeterminación. « Está muy ligada a la astrofísica y a la teoría del ‘big-bang’, es el problema de siempre de la gallina o el huevo, de la teoría sobre el ombligo o cosas así », precisaba.
Y hace años el autor de « El jardín de las delicias » fundó el grupo Pánico, junto con Topor y Jodorowsky, una corriente que defiende el arte de vivir y cuyo origen está en el movimiento Dada.
Ahora solo queda saber si el gran dramaturgo depositará su legado artístico, con obras de Picasso o Dalí, de forma permanente en Ciudad Rodrigo, el municipio salmantino donde tiene un teatro que lleva su nombre, como ha expresado en muchas ocasiones.
« Necesitamos un mundo poético, de hacedores, de los que hacen, sin ellos sólo tendremos un mundo sin iluminación, con guerras y con gente que quiera imponer sus ideas », sentencia el escritor.-
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Fernando Arrabal, octogenario
MIGUEL CID
MIGUEL CID Aunque ya no pueda considerarse como algo inusual cumplir 80 años, no deja de ser motivo de celebración y de culminación cuando, además, como en el caso del escritor y dramaturgo Fernando Arrabal, se llega a dicha edad en plenitud de facultades, como buen olímpico que es.
Y digo lo de olímpico, porque Fernando que cumplió 60 años en agosto del 92, tuvo con el humor que le caracteriza, la osadía de decir que para celebrar su 60 aniversario se había organizado una Exposición Universal en Sevilla y una olimpiada en Barcelona. Ahora, también tenemos otra olimpiada, la de Londres, de la que me imagino que Fernando estará pensando como una muestra más de su efeméride.
Fernando Arrabal, aunque nacido en Melilla, siempre ha alardeado de ser mirobrigense, puesto que en Ciudad Rodrigo pasó su infancia, y lo que es más importante, aprendió a leer y a escribir, en las Teresianas por cierto, que es para un escritor como nacer de nuevo.
Hace pocos días lo vi en un reportaje televisivo en el que visitaba, con la compañía de una bella y joven reportera, el Museo de Cera de Madrid, y donde, además de presentarse con un antifaz sobre la frente, alardeo de su ingenio y lo que es más sorprendente, le ganó corriendo a su acompañante por las largas escalinatas del Museo, lo que evidenció que se encuentra en condiciones de llegar en plenitud a próximas olimpiadas.
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ARRABAL CUMPLÍA AYER 80 AÑOS
FERNANDO ARRABAL CUMPLIÓ AYER 80
Raúl Herrero, que ha publicado una docena de textos del dramaturgo, le dedica un monográfico de 500 páginas con la participación de escritores como Kundera, Ionesco o Beckett, y numerosos artistas.
Tal día como hoy [ayer], el 11 de agosto de 1932, nacía en Melilla, hace 80 años, el escritor Fernando Arrabal. El editor Raúl Herrero, responsable del sello aragonés Libros del Innombrable, se cruzó con él en Zaragoza en 1994 con motivo de un especial que le dedicaba una modesta revista, ‘El pelo de la rana’, de la que uno de los grandes animadores era otro escritor y artista como Antonio Fernández Molina. Desde entonces Arrabal, AFM y Herrero coincidieron en Zaragoza en varias ocasiones y también en otras ciudades.
Pasados algunos años, Libros del Innombrable adoptaría a Arrabal como su autor fetiche: empezó publicándole en 2003 la novela ‘La matarife en el invernadero’, con prólogo de Milan Kundera, y a lo largo de una década ha dado a la imprenta una docena de textos del dramaturgo: alguno tan significativo como ‘Diccionario pánico’, relativo al movimiento dramático que formó con Alejandro Jodorowsky y Topor; su novela sobre la desaparición de su padre, ‘Baal Babilonia’, que dio lugar a la película ‘Viva la muerte’, con Nuria Espert, o ‘El cementario de los automóviles’, que recibió el Premio Nacional de Teatro.
Y ahora, coincidiendo con esta celebración, Raúl Herrero publica ‘Arrabal 80’. Dice: “En ese libro he reunido una serie de artículos y estudios en torno a la figura de Arrabal junto a poemas, piezas teatrales y diversos artefactos que pretenden rendir tributo al escritor melillense. Por un lado, incluye una pequeña antología de textos ya publicados en diversos medios, al tiempo que agrupa un abundante número de trabajos y creaciones inéditas. El volumen incluye cuarenta y cuatro páginas en color con obras de arte dedicadas a Arrabal, pero también hay una entrevista inédita con Arrabal y otra con su mujer Luce Moreau; además, se incorporan cuatro piezas teatrales completas o el artículo por el que Arrabal recibió el premio ‘Mariano de Cavia’ en 1998”.
Fernando Arrabal colabora con muchos artistas, les encarga obras, retratos, estampas vinculadas a su mundo. Durante años uno de sus pintores fue otro aragonés, de filiación surrealista: Fernando SM Félez (Zaragoza, 1930). El artista ha confesado: “He hecho quince o dieciséis cuadros de Arrabal. Son siempre cuadros de encargo que él me pide y protagoniza. Le gustaba mucho desafiarme. Lo he pintado en ‘la santa cena’ con personajes célebres del siglo XX, vinculado a ‘El gran teatro del mundo’ de Calderón, lo he pintado como director de cine, con los simbolistas…”
La personalidad de Arrabal ha seducido a grandes escritores como Samuel Beckett, Milan Kundera, Eugene Ionesco, Juan Goytisolo, Camilo José Cela, Michel Houellebecq o Vicente Aleixandre. O al director Milos Forman, “fascinado con su película ‘Viva la muerte’”. Eso se recoge, en buena parte, en el volumen. Kundera dijo: “Arrabal no se parece a nadie y el grado de su singularidad alcanza el límite de lo concebible. Él es el último superviviente de lo que yo llamaría surrealismo hispanocéntrico, surgido de una muy vieja locura barroca, surrealismo cervantino, sombrío y cruel, surrealismo ritual empapado de liturgia que se presenta en él bajo una decena de rostros (liturgias pornográficas, metafísica, retórica, zoológica, etc)”.
Raúl Herrero explica las claves de la obra y la vida de Arrabal: “De entrada, su obra supone toda una aventura donde las matemáticas, las vanguardias, la física, la historia, los sueños, el teatro y los grandes temas clásicos, desde al amor a la muerte, se dan cita. Ha conseguido transformar su vida en una obra de arte”, dice el compilador, y pone un ejemplo: “La desaparición y condena de su padre por no sumarse a la rebelión militar de 1936 en España la utiliza para referirse a todos los vencidos de guerras, para escribir sobre Cervantes o Tito Livio, y concluir que su padre fue un santo pagano, título al que él durante mucho tiempo dijo aspirar”. En Arrabal se da a menudo un coqueteo con el misticismo como se veía en su novela ‘La torre herida por el rayo’, que ganó el Premio Nadal en 1982.
Hay otros elementos que le atraen mucho al escritor y editor zaragozano que acaba de trasladarse a vivir a Valladolid: Arrabal ha sido beligerante con “todos los autoritarismos. No le importa si lo que dice y escribe se encuentra entre lo políticamente correcto sino que se mantiene fiel a su criterio”. La mujer del escritor, Luce Moreau, suele repetir que Arrabal nunca pretende “hacer leña del árbol caído y que suele atacar a los gigantes cuando todavía están en plenas facultades”. Apostilla Herrero: “Conviene no olvidar que fue el único escritor español que escribió una ‘Carta a Franco’ en vida del dictador”.
No todos reconocen la obra de Fernando Arrabal. Tiene algo de escritor-espectáculo, de showman, capaz de presentarse ebrio en un programa de Sánchez-Dragó, presente también en el volumen. “Su obra, constantemente reeditada y representada en todo el mundo, se encuentra en primera línea. Algunos le niegan esta importancia por cuestiones no literarias sino de otro tipo –agrega Herrero-. Creo que Arrabal es un poeta que se mueve en distintos géneros. Como dijo Camilo José Cela: ‘Fernando Arrabal posee el incalculable tesoro de tener voz propia’”. En Aragón fue uno de los autores más representados durante años por el Teatro Estable de Mariano Carineña.
FICHA
Arrabal 80. Coordinación y selección de Raúl Herrero. Autores: Fernando Arrabal, Milan Kundera, Samuel Beckett, Michel Houellebecq, Juan Goytisolo, etc. Contiene una entrevista inédita con Arrabal. Con ilustraciones a color. Libros del Innombrable. Zaragoza, 2012. 536 páginas.
PRESENCIA ARAGONESA
Además de los nombres ya citados, el editor ha dado cabida a autores aragoneses que ofrecen su visión de Arrabal. Además de Fernández Molina, figuran poetas como Mariano Esquillor, Enrique Villagrasa, José Antonio Conde, Jesús Soria; escritores y profesores como Javier Barreiro y Pablo Lorente; el escritor y director de teatro Ángel Alonso; el crítico de arte Manuel Pérez-Lizano; y pensadores como Andrés Ortiz-Osés. Entre los artistas plásticos figuran Paco Rallo, Juan Luis Borra y Ángela Ibáñez.
*la foto es de Javier Blasco de Heraldo de Aragón.