« Je crois, parce que c’est confus, Credo, quia confusum

…  il semble que  GÖDEL, le T.S. MANDELBROOT, la ‘PATAPHYSIQUE, AMARY (de “La tour prends garde”) et le PANIQUE  aient prévu le boson de Higgs et un Dieu qui ne s’intéresse pas aux péripéties humaines;  les laisse-t-Il à la rigueur mathématique de la confusion?… comme Spinoza?… le Dieu de  “mon” évêque de Ciudad Rodrigo et du Vatican était anthropomorphe…  était, dis-je…

…jusqu’à ce que la confusion ait ébloui Benoît XVI?:

“…le langage de la Création (de la Genèse) nous permet de parcourir un bon bout de chemin vers Dieu mais il ne nous donne pas la lumière définitive (sic)…”

… évidemment, après cette découverte le  Pape ne peut que démissionner…

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Creo, porque es confuso, Credo, quia confusum

…GÖDEL, le  T.S. MANDELBROOT, la ‘PATAFÍSICA, AMARY (de “La torre herida por el rayo”) y  el PÁNICO parece que preveían el ‘bosón de Higgs’… y un Dios desinteresado por las peripecias humanas…  dejándolas  al rigor matemático de la confusión … ¿como Spinoza?… el Dios de “mi” obispo mirobrigense y del Vaticano era antropomorfo…


…era, digo… ¿hasta que a Benedicto XVI  le deslumbró  la confusión?:

”… el lenguaje de la creación (del Génesis) nos permite recorrer una etapa del camino hacia Dios, pero no nos da la iluminación definitiva (sic) …”

…evidentemente , después de este descubrimiento  el Papa  tendrá que   dimitir…

La torre herida por el rayo. Fernando Arrabal

premio Nabokov de novela (Internacional) y premio Nadal (Esp)


La torre herida por el rayo. Fernando Arrabal

Es la historia sorprendentemente y genial de la partida de ajedrez en la que Elías Tarsis y Marc Amary se juegan el título mundial y otras cosas. Arrabal desata a sus demonios y los deja sueltos encima del tablero para que dos antagonistas (un bueno con oscuro pasado y un malo con oscuro pasado) se los jueguen y se los escupan el uno al otro a la cara con odio y arrojamiento de peón incluido. De paso, Arrabal no deja títere con cabeza en ninguna institución militar, académica, religiosa o política del planeta, y es que acaso sea el más anarquista de todos los que salen en el libro.
Qué libro tan genial, repito. Qué libro españolísimo pero tan poco español. Se la regalaría a un amigo raro que supiera distinguir a un leninista de un bakuniano y tuviera interés en las partículas elementales, la defensa siciliana, las fresadoras, los geranios, la decadencia histórica del Raval, las apariciones marianas y en cómo criar Clostridium tetani en casa.
Todo en la novela me fascina: que las maldades se paguen de manera tan sutil gracias a las coincidencias significativas, los tableros de ajedrez,  que Marc Amary para regodearse en su soledad en sus exámenes escritos, inventara citas, textos, autores, ciudades, ríos o teorías inexistentes, el amor de Nuria por La guerra de las salamandras.  etc. eytc. Elías es la torre, y Marc, el rayo. ¿O al revés?

Arrabal es otro de esos genios que desterramos a Francia. En vez de cadena montañosa pirenaica parece que nos separa una compresa de impermeabilidad cultural que no deja traspasar nada.  Arrabal ocupa el mismo lugar que Alfred Jarry, Raymond Queneau o Boris Vian en nuestro corazón francófilo, académicamente tiene la misma categoría patafísica. Es famosa la inquina con que Jean-Jacques Gautier, el crítico de Le Figaro, pidió que prohibieran sus obras de teatro cuando Arrabal empezó a salir de su caparazón parisino gracias a Ionesco. También es famosa la rebeca amarilla con la que Arrabal habló del mineralismo en el programa de TV, pero ésa es otra historia de tan esencial novelista