COUVERTURE  (PORTADA)  de ABC   17-VII-2014

(« …lorsque 78 ans auront passé »)

(« …así que pasen 78 años »)

Laura Revuelta (Redactora Jefe ABC) .-Usted ha dicho que no es de España ni de Francia, donde lleva viviendo muchos años, sino del exilio. ¿Me podría explicar esto?

Fernando Arrabal. – Soy de… Destierrolandia. Como lo fueron Picasso y Dalí, Max Ernst y Modigliani… y una ringla de nombres. Ni franceses, ni enteramente del país donde nacimos. Con infinitos embudos de papel de estraza. Solo los loros aborígenes hablan el esperanto sin acento. Por ello  lego al pueblo español todo lo que recibí durante los 60 y pico de años del « exilio ».

Laura Revuelta.- No obstante, ¿cada vez que viene qué siente sobre su país de origen? ¿y qué piensa de su país de origen?

Fernando Arrabal.-  Obviamente nostalgia. En las antípodas. Sin embargo a los chihuahuas que no soportan el flamenco les encanta el brazo de gitano. La hipocondría que se coge en los hospitales (en los que tanto he vivido) es más nociva que la que se contrae en tratados de medicina.

Laura Revuelta.- ¿Vivimos inmersos en un sainete o en un drama?

Fernando Arrabal- En un drama sainetesco. En una astracanada  trágica. Solamente la aventura arriesgada del amor (desinteresado) ¿engendra el pensamiento asombroso?

Laura Revuelta.- ¿Y de Francia que ahora, como toda Europa, vive tiempos tan complicados entre crisis y corrupciones?

Fernando Arrabal-  En estos momentos el primer ministro francés, la alcaldesa de París y la  lumbrera  visible de la televisión gala son españoles. Valls, Hidalgo y Pujadas. Hubieran podido ser mis hijos. Las bases  (los pilares y soportes) de la  « modernidad », el dos de mayo  de este año, me eligieron  como  « único elector ». Como en su día a Dubuffett o Boris Vian. Con el único voto: determinante. Los ángeles, los dinosaurios o los diablos ¿tienen la misma esencia e índole que las proposiciones matemáticas? Creo que Umberto Eco, Dario Fo, Milan Kundera o Simon Leys  merecían el titulo de « único elector »  infinitamente más que yo.

Laura Revuelta.- ¿Han pensado alguna vez en volver a España para quedarse?

Fernando Arrabal- Si Dios fuera tuerto ¿solo habría cinco mandamientos?  Tengo en Francia a mi familia. A muchos amigos. A algunos de las personas que me enseñaron casi tanto como la madre Mercedes de mi primera escuela de párvulos en Ciudad Rodrigo. Amigos escritores como Kundera, Houellebecq, Jodorowsky, etc . O  artistas que me regalaron los cuadros de mi legado. Algunos fallecieron como Topor, Beckett, Breton,  Ionesco   etc;

Laura Revuelta.- Usted nace en Melilla, ¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

Fernando Arraba.-  Siempre recuerdo a mi padre « enterrando mis pies en la arena de la playa ». Con briznas de oleaje. Celebrando el ADN. Y la raíz de mi lengua.

Laura Revuelta.- ¿Y qué piensa de lo que está pasando allí ahora con los asaltos a la verja?

Fernando Arrabal.-Una tesitura tan espantosa como difícil de resolver.  Resulta grato adoptar posturas moralizantes. Con la generosidad ajena. El arco iris del paraíso es blanco.

Laura Revuelta.- Usted ha contado en el alguna de sus obras lo inexplicable todavía para usted de la desaparición de su padre durante la posguerra. ¿Cómo una persona puede diluirse en medio de un régimen en el que todo está hipercontrolado, hipervigilado?

Fernando Arrabal.- Precisamente es un enigma que trato de  resolver. Aún. Para  desconcierto de los que me rodean. Para renovar  el ciclo de mis pesadillas.

Aquel 17 de julio de 1936… hace exactamente 78 años

Laura Revuelta.- ¿Cómo recuerda su salida de España para el exilio?

Fernando Arrabal.-  « Cuando salí de mi tierra volví la cara… ».   Me fui a Francia con una beca . Obtenida por mis modestos premios literarios. EL universo solo es una confusa componenda   de  partículas elementales. Al llegar a Francia descubrieron que estaba tuberculoso. Tuve la suerte de conocer a  Lis. Me operaron  … fue un cuento de hadas.  Mi « Carta a Franco », en vida del dictador,  también fue otro cuento de hadas. No comprendí (y sigo sin comprenderlo) que fuera el único español de mi gremio que le escribiera al general.  A pelo. Sin partido.   De pronto  se vendieron centenares de miles de libros de la carta. Los españoles venían a la frontera a comprarlos.  Amar disparatadamente y , como, consecuencia, inventar ideas desmesuradas.

Laura Revuelta.- ¿Qué es lo primero que recuerda de su llegada a Francia?

Fernando Arrabal.-  La inspiración escalando gólgotas a borbotones. ¡Salud Alfred Jarry  en la tangente de Dios! A pesar de nuestra diferencia de años (Ionesco, Beckett, Tristan Tzara etc)   me trataron desde el primer momento pateando paganos. Perfumados de barro.  Zozobrando en la nata de la utopía. Naufragando en charcas de aceite.  Con confianza y sobre todo con humor.

Laura Revuelta.- ¿Breton, Dalí… usted conoce a lo más granado de la cultura europea en aquellos tiempos… cree que este tipo de personalidades se podrían dar o repetir en estos albores del siglo XXI, donde prime alo porlíticamante correcto?

Fernando Arrabal.- En el café  surrealista (presidido por André Breton)  estuve « diariamente » tres años.  Trapenses de su Majestad Vocación. Jugábamos y no solamente  al cadáver exquisito.  No se rendía culto a Don Dinero.  Aprovechábamos el ocio. Ninguno hacía un « trabajo », o una « obra »,  « novelas » etc. . Realizábamos algo, que parece tan enigmático, como el  surrealismo.  Con los patafísicos  , sin obligación ninguna, alcanzamos la « ciencia » del Doctor Faustroll. Algunos  pánicos creen « arrabalizarse ». El  « pánico » analiza la confusión, el ajedrez, el rigor matemático.  « Arrabalizarse » es un invento de  Jodorowsky. Quizás  algunos del grupo pánico   me acogen « arrabalizados » . Es posible  que inmerecidamente  quisieran tener lo que ellos creen que es mi pasado (mi padre, mis cartas, mis involuntarios « escándalos ») y mi presente. Todos quisieran ser un chiste de jacuzzi con la joconda Gioconda.

Laura Revuelta.- De todos los personajes que usted trata o convive en su tiempo con ellos, me interesa especialmente su opinión sobre Warhol y Buñuel

Fernando Arrabal.- Como los demás,  me acogieron campechanos  y sobre todo generosos. Los cuadros, las cartas , los libros en común: mi legado es el legado de ellos.   Con la esperanza aramea de Picabia. Con lágrimas que-sabían-a-whisky-new-god.  De Warhol llamaba la atención su cautela. Su admiración  por El Greco. Su secreto magisterio de la indeterminación.  Buñuel brillaba  por su puntualidad  cuasi divina.  Corriendo hacia el pasado; tan deprisa. Con su certera percepción de la « fama ».  Cuando le pedí a Buñuel (en Cannes)  que « subiera a ver a Picasso, porque, solo, se aburría demasiado » ;  replicó: « No. No. No  vaya a ser que me muestre sus cuadros ».

Laura Revuelta.-Usted ha contado que comparte con Buñuel, precisamente, la experiencia de que en un momento de su vida vida ve a la Virgen.
Fernando Arrabal.-  La aparición de la Virgen es uno de los instantes más  voluptuosos de mi vida. Un alboroto de versos. Escribiendo al margen de otro margen. Yo diría que fue reconfortante y gozoso. Sucedió a los 17 años. En la playa de Malvarrosa. Casi como lo conté en la novela « La torre herida por el rayo » . Buñuel me contó su aparición.  Como más  tarde la narraría en sus recuerdos. Algo diferentemente.  A pesar de que se trató de un sueño, según él, la conmoción surgió en el último momento. Cuando él (medio dormido) se dirigió a la Virgen: « Vd no  se me puede aparecer: yo  soy agnóstico ».  Y  la Virgen con una sonrisa le dijo: « yo también a ti te amo sobre todas las cosas ».  ¿Con tambores de Dadá?

Laura Revuelta.- Irreverente, polémico… sobre usted se han escrito y dicho infinidad de adjetivos, ¿cuál o cuáles son lo que aún quedan por decir de usted, que aún no le hayan dicho?

Fernando Arrabal.- El más curioso es el de provocador. Ninguno de mis amigos lo han sido. La provocación es irracional e inopinada. Y sobre todo  incalculable. Todas las personas que venero no podían ni fiarse ni servirse de un acaso tan estrepitoso. La verdad es que no solo algunos se « arrabalizan » , sino que otros,  a veces me tratan de « chivo expiatorio ». A causa de ciertas intuiciones que son menos extravagantes de lo que parecen. Como trincheras de aceite de ricino y de lejía.

Laura Revuelta.- ¿A los 10 años gana un Premio por superdotado, piensa de verdad que es un superdotado?

Fernando Arrabal.-   No pienso que ninguno de  mis amigos  hubieran conseguido este medalla de chocolate .  Kundera, Osnar Niemeyer, Roland Topor o Mandelbrot.  Fue un resultado de  pruebas  que no favorecían la creatividad.  Argumentando ontológicamente con San Anselmo. Observando la fábrica de nubes. Eran tiempos de expertos financieros con carisma. Operó lo mucho que me había enseñado la madre Mercedes en Ciudad Rodrigo

Laura Revuelta.- De vuelta a  España, la Transición es un capítulo que España parece haberse cerrado de golpe en un proceso natural: muerte de Suárez, abdicación  del Rey… ¿qué opinión tuvo y tiene de Adolfo Suárez?

Fernando Arrabal.-  Prefiero su aeropuerto. O a Cernuda también escolapio.  Como Cela y Cajal.

Laura Revuelta.- ¿Y de Don Juan Carlos?

Fernando Arrabal.- El rey me tendió su copa (que  yo había derramado  durante mi discurso) en el premio Mariano de Cavia. Convertido yo en mago sin ketchup. En la « cittá del sole » sin solares. La verdad es que los Arrabal y los Borbones llevamos sendas  encontradas y divergentes. Plutarco y cierra paralelos.  Mi hermano fue cadete de Aviación, en San Javier, con el Rey Juan Carlos. En la promoción XIV. Su hijo y el hijo del rey, (Felipe VI) también coincidieron en la promoción 48. Enclaustrados en la esperanza sin código de barras.

Laura Revuelta.- ¿Y del nuevo Rey de España, Felipe VI?

Fernando Arrabal.- Creo que soy la única persona « de mi gremio  »  que asistió  a la solemne entrega (en la Academia General de Aire de San Javier) del  diploma al futuro Felipe VI. En un patio humilde de  cuartelito a toda vela.  Con Dios sin sarcasmos ni rebuznos. Y fue un 14 de julio : la toma de la Bastilla. Mi sobrino (muerto en la flor de la edad) y él eran muy amigos. Por eso  viene a ver, puntualmente,  a la familia  en el aniversario del  trágico desenlace.

Laura Revuelta.- Ahora vayamos a los reconocimientos que no ha recibido en España (ni el Cervantes, ni el Príncipe de Asturias…), ¿Se siente ninguneado u olvidado por nuestras instituciones culturales?

Fernando Arrabal.- Los premios son aleatorios. A Cervantes… no le hubiera tocado. Habrían galardonado a Avellaneda.  Con reversibles colegas.  Sin necesidad de estos hierros. Hay lunas de kabuki reflejadas exponencialmente. Impera la confusión.   Con animalazos virtuales.  Los sesenta Trascendentes Sátrapas del Colegio de patafisica  parecen muy superiores a los Nobel. Van a 350 km/hora…

Laura Revuelta.- ¿Qué piensa de dos Premios Nobel en lengua castellana: García Márquez y Vargas LLosa?

Fernando Arrabal.-  Mis encuentros con ambos  fueron escasos y relevantes. Fueron laberintos  realzados por ametralladoras e urinarios. En Puerto Alegre, Vargas  asistió a mi simultánea de ajedrez . Me condujo  en silla de ruedas  una inteligente  y despampanante brasileña. Es muy cansado recorrer kilómetros de tablero a tablero.  La mujer de Vargas  tiene una bonita letra inconfundible  aunque se disfrace de secretaria. Con García estuve en el palacio presidencial  mejicano.  Y con Octavio Paz. Era fácil brillar frente a los ministros del PRI y otros energúmenos .

Laura Revuelta.- ¿Defíname qué es una persona pánica? ¿Y el Colegio de la Patafísica?

Fernando Arrabal.- Eso quería saber  también Tristan Tzara (creador de Dadá). Por pura guasa decía que él también se consideraba « pánico ».  Pero prefería  jugar al ajedrez . Murió el día de Navidad  . Con tan solo 67 años. Lleno de vida. Risueño. Militante y dadá. Tres años después moriría André Breton. Yo había publicado  en « la Brèche » los primeros textos pánicos:  mi « Piedra de la locura » . Puede sorprender que los surrealistas y los  patafísicos  me hayan alzado a lo más alto , sin dejar de considerarme « pánico » … Los cuatro avatares de la modernidad (dadá, surrealismo, pánico y patafísica) son muy diferentes. El dios Pan reconcilia los contrarios y el rigor matemático de la  confusión.  Con lógicas  de espejismos rotatorios. Cuatro incompletudes  para  conjurar ombligos.

Laura Revuelta.- ¿Cree que vivimos en este estado de la cultura que algunos define como espectáculo (Cultural espectáculo)?

Fernando Arrabal.- Guy Debord  era un verdadero superdotado. Se expresaba como un obispo. Para él,  se debía actuar en los hechos  y no asistir a ellos como si fueran mero espectáculo. Escribía y hablaba con encanto y precisión. Un día me dijo: « …me  emborracho en cuanto puedo… y el resto del tiempo bebo mucho ».

Laura Revuelta..- ¿Conoce personajes de esa cultura espectáculo, como Lady Gaga?

Fernando Arrabal.- Hubo un año en que fue la más influyente de « Time ». Precisamente el año en que se maquilló con un  filete. Meses después de que, maquillados con filetes, y en procesión,  el grupo  « borgesiano » y científico (con Gustavo Cherif) me otorgara  en Buenos Aires el « título » de « santo ».

De la misma manera que « la teoría de conjuntos » dio origen a la creación de Alemania, Italia, etc … y la Unión de Eslavos de Sur (Yugoeslavia) . Sin que los geopolíticos conocieran la entonces vanguardista teoría matemática. Ni los « tisonniers » (atizadores… badilas)  poliglotas.

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Primera pregunta de Laura Revuelta .- Usted se prodiga poco por España, la última vez ha sido con Dalí versus Picasso ¿Por qué?

Fernando Arrabal.-  La Cultura está y estuvo en las catacumbas. « Time » cada seis meses propone una  lista de « influyentes ». (Palabra « pánica »). Sin dramaturgos, ni poetas , ni  filósofo alguno.  Al « editor » (al redactor jefe) de esta revista le encantaría colar nuestros nombres en las listas. Los de Kundera,  Houellebecq etc.  La Cultura siempre estuvo en el desván o en las bodegas. Quevedo  se queja:  « miré los muros de la patria mía… ». Sin  ver   que Lope, Cervantes, Tirso de Molina y el propio  Quevedo estaban entre los muros de su patria. Platón piensa lo mismo de los muros de Atenas . « Con los mejores dramaturgos y los mejores teatros »… Hasta que un sacerdote egipcio, oyendo estas quejas, le anuncia: « ustedes los atenienses son como niños ». Obviamente somos « como niños » sin oír las nuevas palabras de ciencia, de verdad,  de arte y  de cultura que están repitiendo, hoy y ahora,  los mejores. Por pura chiripa, inmerecidamente,  soy una de los personas de la Cultura más presente en el « aire ». ¿Cuántos  millones de personas me ven o me han visto « milenariamente »?  Es  ejemplar y normal que, al mismo tiempo,  los « youtubes » que hice con Oscar Niemeyer en Copacabana y en NY con Louise Bourgeois interesen infinitamente menos. Fui el último en visitarles a ambos poco antes de sus muertes .  España me acoge y nos acoge  igualmente bien que el resto de los países del mundo. Cuando la inmortalidad bosteza. Tendría que tener otras  vidas para responder a todos los que me piden  verme en sus teatros , en sus salas de conferencia, en sus festivales , en sus universidades.  Sin becerros de oro en sus casas de fieras.