Image sans titreLaudatio de Fernando Arrabal

Reales Alcázares. Sevilla, 3 de octubre de 2014 por José María Molina Caballero.

 

 

En primer lugar, quiero darles también la bienvenida a este significativo acto cultural, que tenemos la suerte de celebrar en este magnífico salón de los Reales Alcázares de Sevilla.

Desde la admiración, desde el conocimiento, desde la comprensión y, por supuesto, desde la amistad resulta sumamente grato exponer las consideraciones más destacadas que he esbozado sobre la vida y la obra del gran maestro de las letras españolas y universales Fernando Arrabal. Consideraciones que he resumido en tan solo varias páginas, ajustándome al tiempo que se me ha indicado, porque su bio-bibliografía es tan inconmensurable que sería interminable exponerla debidamente.

Para mí constituye un gran motivo de satisfacción el poder realizar la Laudatio de mi estimado y admirado amigo Fernando Arrabal, porque entre otros motivos, es desde hace más de veinte años un destacadísimo colaborador de la editorial y revista literaria Ánfora Nova, que me honro en dirigir.

Por todo ello, me van a permitir ustedes que les detalle seguidamente los puntos de interés que he considerado más convenientes para ser resaltados en esta intervención que voy a llevar a cabo.

Singularidad, creatividad desbordante, trascendencia de su obra, reconocimiento y, por supuesto, universalidad.

Posiblemente estos son los axiomas con los que pudiéramos calificar una trayectoria literaria y artística tan brillante como la de Fernando Arrabal.

Singularidad porque Fernando Arrabal es un artista integral que se desenvuelve sin ataduras, con la originalidad que mana de su inigualable manantial de talento y brillantez literarias.

Creatividad desbordante porque nuestro autor cultiva, con prolífica actividad, los distintos horizontes que encierra el mapa de la creación, dejando en ellos su peculiar e ingente huella.

Trascendencia porque su obra constituye ya un valioso legado que forma parte del patrimonio literario y cultural de nuestro tiempo, y el de las generaciones futuras.

Reconocimiento porque Fernando Arrabal está ya considerado por la crítica especializada de todo el mundo, como uno de autores más relevantes del panorama literario y artístico internacional y, por supuesto, como “el escritor español vivo más universal”. Consideración unánime de los más prestigiosos ensayistas, críticos literarios o profesores de numerosas universidades de los cinco continentes.

Por todo lo anterior se concibe fehacientemente la universalidad de su obra.

Fernando Arrabal ha sido y sigue siendo un autor adelantado a su tiempo; un creador apasionado, un alquimista de la palabra, un viajero incansable, un explorador de mundos y de sueños. Un descubridor de horizontes vibrantes y sugerentes donde la realidad convive con unas propuestas creativas alejadas de la convencionalidad.

La obra de de Fernando Arrabal ha traspasado todas las fronteras de las diferentes disciplinas artísticas que ha cultivado en su brillante y singular trayectoria: la dramaturgia, la poesía, la novela, el ensayo, la ópera, el cine o la pintura. Y, afortunadamente, en todas ellas ha destacado de una manera rotunda y contundente, siendo conocido y reconocido internacionalmente por el público y por la crítica, como un escritor de culto, como un autor situado en el privilegiado Olimpo que acoge a los más prestigiosos creadores de nuestro tiempo.

Fernando Arrabal fue premio nacional de « superdotados » a los diez años y Nadal de novela cuarenta años después. Autor de una extensísima obra que ha sido galardonada con los mas prestigiosos premios, a nivel internacional, como son, entre otros, el Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, el Nabokov de Novela (Italia), el Espasa de Ensayo, el World’s Theater Prize (Nueva York), el Mariano de Cavia de Periodismo, el Premio Nacional de Literatura (Teatro) del Ministerio de Cultura Español (2003), el Wittgenstein, El Pasolini de Cine, el Alessandro Manzoni de Poesía…, y una larguísima nómina de galardones y reconocimientos en países como Bélgica, Argentina, Yugoslavia, Francia, Puerto Rico, Canadá, Estados Unidos, Croacia, Grecia, Italia, Egipto o Brasil, por poner algunos ejemplos.

Me es grato resaltar, también, que ha sido Finalista del Premio Nobel, en varias ocasiones. Premio que han solicitado para el autor numerosas instituciones y personalidades de todo el mundo. En el año 2005 se le concedió, en Francia, la prestigiosa Légion d’honneur.

El poder adentrarnos en la obra literaria y artística de Fernando Arrabal supone el viajar a un universo singular en el que podemos contemplar y dialogar con personajes y lugares de diferentes culturas, convertidos en referentes universales, donde el tiempo se erige como contexto de imágenes, palabras o ideas dispuestas para la reflexión.

Obra que ha sido elogiada por numerosas personalidades universales como Jorge Luis Borges, Vicente Aleixandre, Jorge Amado, Samuel Beckett, Milan Kundera, Darío Fo, Eugène Ionesco,  Milos Forman, Camilo José Cela, Juan Goytisolo, y otros muchos autores que  son, como él, sementera de Literatura y de Arte.

Pero no quiero dejar de subrayar que, para suerte de Fernando Arrabal y también para suerte de sus lectores y seguidores, resulta evidente que al lado de un gran hombre -y digo al lado, y no detrás-, hay siempre una gran mujer, y desde luego nuestra estimada amiga, la profesora y prestigiosa hispanista Luce Moreau (Lis Arrabal), siempre ha sido el resorte y complemento de su esposo, al que ha irradiado un halo de motivación y apoyo inigualables.

Precisamente Lis Arrabal escribió sobre su esposo, hace años, un precioso texto que guarda mucha relación con lo expuesto anteriormente:

“… En efecto, tu pensamiento y tu obra, tan originales como fecundos y variados, son indiscutibles… Gracias, Fernando (tu nombre que significa « hombre libre » lo revela claramente) por no haber solicitado nunca los favores de los poderosos y haber estado siempre en guardia frente a ellos… En tu obra de teatro Fando y Lis, que escribiste cuando apenas dejabas de ser un adolescente, el personaje Lis le dice a Fando « lo que tienes que hacer en esta vida, Fando, es luchar ». Yo hoy te digo Fernando, Fando, « Ya no es el debut… pero continúa el combate ».

Fernando Arrabal sufrió, a los pocos años de vida, la misteriosa desaparición de su padre, condenado a muerte, y después fugado,  A  este traumatismo se refirió el Premio Nobel Vicente Aleixandre cuando dijo que « el conocimiento que aporta Arrabal está teñido de una luz moral que está en la materia misma de su arte ».

Desde luego, la obra de Fernando Arrabal ha sido estudiada y elogiada por un numeroso y prestigioso elenco de autores de todo el mundo. En este sentido, otro relevante escritor, en este caso Milan Kundera, destacó en varias ocasiones la singularidad de su obra:

« El universo de Arrabal es un mundo fantástico… que se transforma en relato de una forma que a nada se parece… Arrabal no se asemeja a nadie… Sólo se asemeja a sí mismo… Una Corona para Arrabal.”

También Camilo José Cela dijo que « Fernando Arrabal posee el incalculable tesoro de tener voz propia ».

O el también Premio Nobel Samuel Beckett quien escribió en su carta al tribunal español que juzgó a Arrabal en 1966: « Alabo el excepcional valor humano y artístico de Fernando Arrabal. »

Obras suyas se constituyen en verdaderos iconos de la Literatura y el Arte universales. Ha escrito numerosas novelas (Baal Babilonia, La torre herida por el rayo o La hija de King Kong), más de dos centenares de libros de poesía (ilustrados por Picasso, Dalí, Magritte, Miotte, Amat o Saura); además de un centenar de obras de teatro (La noche también es un sol, o Las delicias de la carne); también es autor de siete largometrajes (Viva la muerte, ¡Adiós Babilonia! o Iré como un caballo loco…); y de numerosos ensayos entre los que se encuentran sus famosas cartas (Carta al General Franco, Carta a Fidel Castro, Carta a José María Aznar,…). Su teatro completo, en dos volúmenes de más de dos mil páginas, fue editado hace unos años, en la Colección Clásicos Castellanos de Espasa. Su última obra teatral Dalí versus Picasso se ha estrenado recientemente en el Teatro Español de Madrid, en el pasado mes de febrero, y aquí en Sevilla, en el teatro Lope de Vega, en el pasado mes de junio.

A su obra creativa se refirió también Eugène Ionesco con evidente fervor: “Espero poder decir alguna vez por qué me gusta Arrabal, por qué me encanta su estilo, por qué amo su espíritu barroco, por qué amo su cultura tan extensa, su barroquismo y su persona misma”.

El cineasta Milos Forman también ha expresado en numerosas ocasiones su admiración entusiasta por este universal creador: “Por lo general odiamos a los demonios. Al menos ése es mi caso. Para mi sorpresa hay uno al que una y otra vez invito a que vuelva: Fernando Arrabal. Su obra Viva La Muerte me obsesiona. Fernando me obsesiona… ¡Y lo amo!”

Fernando Arrabal siempre ha dicho que “escribir permite no dejarse asfixiar por la ceniza temblorosa de la realidad, a pesar de que se encadena al sufrimiento imprescindible.” … “El Arte, para el desterrado, es la patria que viaja con él.”

En este sentido, desde aquí, desde Andalucía, queremos transmitirle a Fernando Arrabal, que aquí tiene también su patria, que lo estima y reconoce como acto de justicia y gratitud.

Para terminar sólo me queda reiterarles mi agradecimiento a todos ustedes y, por supuesto, a Fernando Arrabal por la grandísima deferencia que ha tenido al estar hoy aquí con nosotros, en Sevilla, para ser honrado con este merecidísimo Premio de Las Letras Andaluzas Elio Antonio de Nebrija.

Voy a concluir con unas significativas palabras de Juan Goytisolo en las que se condensa el sentir unánime de lo anteriormente expuesto: « … En un panorama literario tan triste y adocenado como el de la literatura española contemporánea, su frescura, capacidad innovadora y ejemplaridad son únicas. Si no existiese Arrabal, ¡habría que inventarlo! »

José María Molina Caballero.

FOTOS Carmiña y José María

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